¡Por fin! me decidí a hacer el jabón. Aquí tenéis las muestras, después de casi un año con los ingredientes en casa preparados me he dicho: de este mes no pasa, este año tengo que ponerme las pilas y hacer todo aquello que me haga feliz.
Este lo he preparado con la receta para la lavadora, con Percarbonato y un vaso de suavizante, ayer lo probé con unas ropas y quedaron muy limpios.
El sábado día diez me levante con la idea de no dejar pasar un día más sin probar, así que medí los ingredientes y mezclé la sosa con el agua, la desleí con mucho cuidado de que no salpicara, y la deje que se enfriara. Por la tarde no pude hacerlo, me fui a ver la exposición, en el Museo de Bellas Artes de cuadros de la Casa de Alba. Me gusto mucho, tuvimos que hacer más de media hora de cola para poder entrar, pero valió la pena.
Al día siguiente por la tarde, me puse manos a la obra para fabricar jabón casero, lo puse todo en un cubo y comencé a dar vueltas al aceite y todo lo demás con una cuchara de palo de grandes dimensiones. Al rato aquello empezó a espesar y a pesar, mi mano comenzó a quejarse y pedí ayuda, pero mi ayudante tardo poco en acordarse de que había comprado un artilugio por si algún día hacia falta para algo.
Se fue y apareció con esta especie de molinillo que puso en el trompo de hacer agujeros( ya sabéis lo que es) y ¡OH! milagro, en menos que canta un gallo, aquella masa empezó a ponerse muy espesa y blanca, y en ese punto dejamos de batirla y la volqué en unos moldes que tenia preparados. Al día siguiente los corte y los he dejado para que se sequen.
No se si estará bien hecho, yo pienso que endureció demasiado rápido, no se si eso es bueno o malo, ya lo preguntare a mis amigas como Mónica, Feli, Juana… y otras muchas que tienen unos blog preciosos de jabones, estoy segura que ellas me aconsejaran para hacer un jabón que se pueda usar.