Garbanzos con espinacas

Esta receta es de mi madre y muy sevillana, la ponen de tapa en muchos bares, en la casa de mis padres se hacia mucho y yo las sigo haciendo de la misma manera que mi madre, solo que le pongo algo menos de aceite por aquello de los kilos, rebajo las calorías bajando la cantidad de grasa, pero para aquellos que no tengan problema de peso pueden poner un poco más, ya que el aceite de oliva le va a las espinacas como anillo al dedo, es decir, están más buenas.

                                                       Cuatro raciones

Para 200gr de garbanzos (una taza) +500gr de espinacas congeladas: 

3 cd soperas de aceite de oliva  

2 cd de pimentón molido dulce

4 dientes de ajos grandes

1/2 ct de cominos

1/2 ct de semillas de cilantro

5 granos de pimienta

1 ct de sal

1 ct de vinagre.
1 trozo pequeño de miga de pan
Pan para picatostes fritos.
Los garbanzos en remojo con un puñado de sal, durante doce horas.

Todos los ingredientes se pueden aumentar según la cantidad de garbanzos y espinacas.

 En media olla de agua se hierven los garbanzos con las espinacas, les doy veinte minutos en la olla a presión rápida, esta verdura ablanda mucho los garbanzos. Una vez cocidas se escurren reservando un poco del agua.
En una sartén, mejor antiadherente, se pone el  aceite, se fríen los ajos pelados y la miga de pan, esta se remoja en un poco de agua con la cucharadita de vinagre.
 Se aparta la sartén y se echa el pimentón, procurando que no se queme y  rápidamente se incorporan  los garbanzos y espinacas.
Mientras, hemos majado las especies, ajos fritos, la miga de pan remojada y la sal.
 Una vez bien majado aclaramos con el agua con vinagre de remojar el pan, lo vertemos en la sartén y removemos para ligar bien, se dejan hervir y si es necesario se le va añadiendo agua hasta darle el punto justo de espesor al guiso.
Se adorna con unos picatoste de pan frito, que yo no los pongo por aquello de las calorías
Este plato se puede servir de primero, o combinado como lo he puesto hoy. Lo he acompañado de un filete de hígado de cerdo aderezado con perejil, ajo molido y sal, a la plancha.

En esta receta se pueden hacer variantes con las especies y el vinagre, pero es mejor no pasarse, ya que los principales ingredientes perderían su sabor.